Rocío Igarzábal le contó a lanacion.com con qué sueña y cómo vive junto a la exitosa banda adolescente; mirá el video
Hay un nombre propio que se repite por estos días en la prensa y las redes sociales. Hay una chica dulce y delicada que agradece sin parar la oportunidad que le está cambiando la vida. Hay una joven actriz y cantante que derrocha simpatía e inocencia. Hay una nueva integrante en los Teen Angels . Cuando se dio a conocer que María Eugenia Suárez había abandonado la banda adolescente argentina más popular del momento, rápidamente se comenzó a pensar qué cara bonita ocuparía su lugar en el grupo. No resulta muy difícil imaginarse por qué Rocío Igarzábal fue la elegida. Bonita, joven, canta, baila y actúa; reúne todas las condiciones para ser una chica Cris Morena.
Continúa...
La varita mágica la tocó antes de que pudiera empezar a estudiar publicidad en la facultad y su vida cambió por completo. La nueva rubia de la banda recibió a lanacion.com en su casa de Beccar. Mientras su hermana menor con su novio y su mejor amiga la espían detrás del vidrio, la nueva Teen Angels, lejos de mostrarse agobiada por el interés que despierta en los medios, parece disfrutar de dar respuestas. "Es una emoción muy grande, pero también un desafío enorme", asegura Rocío con una mezcla de felicidad y miedo. Las pupilas se le dilatan, el tórax se le ensancha, la sonrisa es ancha; repite: "Es un desafío muy grande. Tengo que rendir el 200 por ciento".
Aunque desde chica sueña con sacar un disco con temas propios, la gran noticia la tomó por sorpresa dos días antes de viajar a Brasil de vacaciones con sus amigas.
"En los tres años en los que formé parte del elenco de Casi Ángeles, compartí escenarios y giras con los chicos, pero nunca jugué en primera', cuenta la chica de zona Norte.
Pese a que varios fanáticos de Eugenia, enojados por el cambio de estrella, la agredieron por Twitter, Rochi no siente que tenga que pagar un derecho de piso. Es que en estos tres años junto al elenco de la tira, ella también cosechó admiradores que la apoyan. Son más de 43 mil sus seguidores en Twitter , entre ellos un fans club de Chile y otro de Italia.
"Recibo los comentarios con mucho respeto, pero nunca los voy a responder, porque es entendible lo que sienten. Somos dos personas muy distintas y aportamos energías diferentes", se distancia.
Entre nervios y ansiedad, el 22 de enero pasado, Rocío debutó en Punta del Este ante 4 mil personas. Fue el principio de una gira internacional que la llevará a Tel Aviv el 19 de marzo y al Gran Rex durante el receso invernal, entre otros destinos.
"Todavía estoy medio perdida. Estuve 20 temas en el escenario y ya en el número 15 no sabía dónde estaba parada. Siempre hacía 3 y tenía un descansito. Ahora estoy todo el tiempo a full, tratando de no perderme y de conectarme con los chicos, que me salvaron varias veces cuando me confundí", admite con la espontaneidad de quien recién empieza a moverse en el medio.
Tampoco le cuesta admitir que nunca estudió canto ni actuación: "Sólo hice algunas comedias musicales en inglés y formé parte del coro en el colegio".
Rochi, fresca y cómoda durante toda la charla, no reniega de la suerte que tiene: "Me divierte que digan que soy cheta. Nací, me crié y fui al colegio en San Isidro. No hay nada de malo en eso. Por vivir en Recoleta, no sos ni mejor ni peor persona".
Esta nueva etapa no sólo le exige mayor entrenamiento y compromiso, por lo que decidió rechazar otras ofertas para hacer tiras en Telefé, sino también adoptar una actitud más comercial. "Se me planteó el desafío de mostrarme más como mujer y no tanto como la Rochi sonriente de siempre. Me pidieron que sea más sensual. Ahora tengo que mirar a la cámara y poner cara sexy", se ruboriza.
Cuando se le pregunta cómo se imagina en un futuro cercano, Rocío no duda: espera tener una pareja concreta con la que compartir el resto de su vida, y, al mismo tiempo, poder conocer ciudades gracias a la música.
Hay una chica de 21 años que no quiere defraudar a quienes le dieron la oportunidad de alcanzar el éxito comercial y reconocimiento artístico más allá de las fronteras. Hay una nena feliz con su juguete nuevo.
Hay un nombre propio que se repite por estos días en la prensa y las redes sociales. Hay una chica dulce y delicada que agradece sin parar la oportunidad que le está cambiando la vida. Hay una joven actriz y cantante que derrocha simpatía e inocencia. Hay una nueva integrante en los Teen Angels .
Cuando se dio a conocer que María Eugenia Suárez había abandonado la banda adolescente argentina más popular del momento, rápidamente se comenzó a pensar qué cara bonita ocuparía su lugar en el grupo.
No resulta muy difícil imaginarse por qué Rocío Igarzábal fue la elegida. Bonita, joven, canta, baila y actúa; reúne todas las condiciones para ser una chica Cris Morena.
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"Es una emoción muy grande, pero también un desafío enorme", asegura Rocío con una mezcla de felicidad y miedo. Las pupilas se le dilatan, el tórax se le ensancha, la sonrisa es ancha; repite: "Es un desafío muy grande. Tengo que rendir el 200 por ciento".
Aunque desde chica sueña con sacar un disco con temas propios, la gran noticia la tomó por sorpresa dos días antes de viajar a Brasil de vacaciones con sus amigas.
"En los tres años en los que formé parte del elenco de Casi Ángeles, compartí escenarios y giras con los chicos, pero nunca jugué en primera', cuenta la chica de zona Norte.
Pese a que varios fanáticos de Eugenia, enojados por el cambio de estrella, la agredieron por Twitter, Rochi no siente que tenga que pagar un derecho de piso. Es que en estos tres años junto al elenco de la tira, ella también cosechó admiradores que la apoyan. Son más de 43 mil sus seguidores en Twitter , entre ellos un fans club de Chile y otro de Italia.
"Recibo los comentarios con mucho respeto, pero nunca los voy a responder, porque es entendible lo que sienten. Somos dos personas muy distintas y aportamos energías diferentes", se distancia.
Entre nervios y ansiedad, el 22 de enero pasado, Rocío debutó en Punta del Este ante 4 mil personas. Fue el principio de una gira internacional que la llevará a Tel Aviv el 19 de marzo y al Gran Rex durante el receso invernal, entre otros destinos.
"Todavía estoy medio perdida. Estuve 20 temas en el escenario y ya en el número 15 no sabía dónde estaba parada. Siempre hacía 3 y tenía un descansito. Ahora estoy todo el tiempo a full, tratando de no perderme y de conectarme con los chicos, que me salvaron varias veces cuando me confundí", admite con la espontaneidad de quien recién empieza a moverse en el medio.
Tampoco le cuesta admitir que nunca estudió canto ni actuación: "Sólo hice algunas comedias musicales en inglés y formé parte del coro en el colegio".
Rochi, fresca y cómoda durante toda la charla, no reniega de la suerte que tiene: "Me divierte que digan que soy cheta. Nací, me crié y fui al colegio en San Isidro. No hay nada de malo en eso. Por vivir en Recoleta, no sos ni mejor ni peor persona".
Esta nueva etapa no sólo le exige mayor entrenamiento y compromiso, por lo que decidió rechazar otras ofertas para hacer tiras en Telefé, sino también adoptar una actitud más comercial. "Se me planteó el desafío de mostrarme más como mujer y no tanto como la Rochi sonriente de siempre. Me pidieron que sea más sensual. Ahora tengo que mirar a la cámara y poner cara sexy", se ruboriza.
Cuando se le pregunta cómo se imagina en un futuro cercano, Rocío no duda: espera tener una pareja concreta con la que compartir el resto de su vida, y, al mismo tiempo, poder conocer ciudades gracias a la música.
Hay una chica de 21 años que no quiere defraudar a quienes le dieron la oportunidad de alcanzar el éxito comercial y reconocimiento artístico más allá de las fronteras. Hay una nena feliz con su juguete nuevo.