Teen Angels 2011 "No somos multimillonarios"

Protagonistas de un furor inagotable entre las adolescentes, aseguran que son chicos normales. El dinero, las fans y el futuro lejos del ala de Cris Morena. Un gran revuelo. Eso es lo que provocan los TeenAngels cada vez que se presentan en algún estadio o teatro para hacer lo que mejor saben: cantar. A las nenas que esperan en la puerta del teatro a sus ídolos, les parece muy poco relevante que la misma mañana del show se haya conocido la noticia de la muerte de Facundo Cabral, ellas a quien esperan ansiosas es al grupo con cuyas canciones las mamás las despiertan todas las mañanas para ir al colegio. A sus madres, en cambio, les preocupa el precio de la entrada, las ubicaciones en la sala o cuánto gastarán sus hijas comprando el merchandising en la puerta del teatro. Continua (Entrevista)...


Desde llaveros hasta banderas autografiadas, que van de cinco a 50 pesos. No importa qué ni cuánto. Fotos individuales, grupales, vinchas, pañuelos y almohadones con las caras de los chicos de la banda son las cosas que los siempre oportunos vendedores ambulantes ofrecen a las eufóricas seguidoras que desde varias horas antes se plantan en plena Calle Corrientes para intentar arrebatarle una foto a sus “amores imposibles” cuando entran al teatro.

Las fans llegaron desde Mendoza, San Juan, Rosario y de muchas otras partes del país. Todas con la misma ilusión: ser de las primeras en ver a sus ídolos arriba del escenario. Alejados de Mar, Tacho, Thiago, Valeria y Rama (los nombres con los que se los conocía en Casi Ángeles); ahora prefieren llamarse

TeenAngels, a secas. Lali, Peter, Rochi, Nico y Gastón, así, sin apellidos y con los nombres acortados, tal cual los conocen sus fieles devotas. La mayoría proviene del núcleo histórico de Cris Morena y fue creciendo ante las cámaras y a nivel artístico gracias a la exposición que Casi Ángeles, en sus cuatro temporadas, les dio. Así y todo, no pierden la humildad, el sentido del humor ni se olvidan de sus inicios de la mano de Cris Morena.

–¿Cómo viven esta experiencia de presentarse en el Gran Rex como cantantes, ya sin el apoyo que el programa podía darles?
Lali: –Me parece que esto es diferente. Estamos acostumbrados, y la gente también, a vernos haciendo comedias musicales o contando un cuento arriba del escenario. Es todo lo contrario a lo que ocurre ahora. Esto es en vivo, con músicos y cantando temas propios.
Nicolás: –El cambio arrancó a principio de año, cuando termino Casi Ángeles y el proyecto era seguir con TeenAngels sin el soporte de ningún programa de televisión. Se planteó eso de ir por otros caminos, llegar al público de otras edades y a nosotros nos gustó porque queríamos evolucionar a hacia algo un poco más maduro y rockero.
–¿Se sienten más músicos que actores?
Nicolás: –No. Yo sigo siendo un actor que está aprendiendo a cantar y a bailar.
Peter: –Es muy relativo eso porque ya tenemos siete discos. No seremos los mejores, pero somos las dos cosas, creo yo. Estamos formándonos.

Acostumbrados a las entrevistas, los TeenAngels sincronizan perfecto. Hablan en tono claro y contundente, se respetan los tiempos, intentan responder todos, se festejan los chistes y hasta se presentan con nombre antes de empezar a hablar para que se reconozcan sus voces en la grabación. Actitud de chicos que reconocen que su popularidad fue creciendo ante las cámaras y tienen todo este asunto de la fama bastante incorporado.

Así y todo Peter se muestra como el más callado. Las chicas son bastante más sueltas. Gastón tiene el perfil de más “seriecito”, mientras que Nicolás descontrola la conversación haciendo acotaciones muy graciosas o remarcando algún detalle que hace que el camarín estalle en carcajadas. “A Rochi no le creas nada porque te habla con las uñas pintadas de verde, es poco creíble”, dice, por ejemplo, el chico de la melena rubia, mientras se despereza.

–¿Les molesta tener que estar todo el tiempo bien lookeados? ¡Son los TeenAngels!
Gastón: –Las chicas son más lindas a cara lavada que cuando se producen. Ciento por ciento real lo que digo (risas).
Lali: –Una está preocupada por verse bien, por ponerse la crema dorada y verse como un Martín Fierro. Nos ocupamos de la imagen. Nos probamos la ropa, cosas de mujeres.
Rochi: –¡Odiamos peinarnos! Más allá del recital, uno tiene que cuidarse para verse bien todo el tiempo. Cuidarse con el tema de las comidas incluso. Aunque jamás nos exigieron tener que estar flacas o algo.
Lali: –Yo no soy modelo. Soy actriz o intento serlo, lo que quiero es transmitir al público, cada uno sabe lo que da. Intento estar lo más linda que puedo. El otro día, por ejemplo, estuvo bueno que Mariana Fabbiani en RSM al vernos en una revista dijera: “Me encantan porque son adolescentes y no son hilos dentales.” Eso es lo más lindo que nos pueden decir. No somos la perfección. Somos chicos normales.

–¿Cómo fueron sus comienzos en la profesión? ¿Arrancaron todos con Cris?
Gastón: –Yo llegué a través del cásting de Rebelde Way, pero no quedé para ningún personaje. Seguí intentando hasta que llegue a Floricienta y una participación en Alma Pirata.
Lali: –Yo a los diez años, desde rechiquitita. Siempre trabajé para Cris. Arranqué en Rincón de Luz que era la continuación de Chiquititas, después Floricienta y los cuatro años de Casi Ángeles.
Nicolás: –Yo arranqué a los 15 con los cástings. Siempre hice bolos, pero no lograba mucho. Estuve en una escena en Rincón de Luz, estuve en Alma Pirata y me llamaron un tiempo después para los talleres de Cris Morena. Entró Gastón, un día a los talleres y yo dije: “Nooo, es igual a mí” y pensé: “E ste me cago el personaje”.
Gastón: –Los talleres de Cris son como el semillero de la productora. Ahí reciclan, sacan, ponen, ven. A mí me pasó al revés, llegué y había toda gente mucho más chica que yo y pensé lo peor.
Rochi: –Lo mío fue parecido. Yo estaba terminando el colegio, estaba haciendo comedia musical y el director me dice: “;Me pidieron tu número para un cásting”, fui y quedé en el taller que sirvió para encontrar a los chicos de la segunda temporada de Casi Ángeles.
Peter: –Yo de chiquito hice una campaña de fotos para una marca de ropa infantil y por eso nos contactaron de la producción de Cris Morena. Le dijeron a mi vieja que hablaban de parte de Cris y no les creyó. Al final fui, hice el cásting y quedé para hacer Chiquititas.

–¿Se acuerdan en qué gastaron el primer sueldo?
Gastón: –En algo tecnológico, seguramente.
Nicolás: –Los primeros sueldos los ahorre para comprarme el auto.
Rochi: –Yo me compré un caniche micro toy. Tengo una madre muy rompe bolas con la limpieza y siempre nos sacaban los perros porque ensuciaban. Apenas cobré, entré a Internet y me compré el caniche.
Lali: –Yo ahorro desde muy chica. A mí me cuidaban la plata mis papás. Me pude comprar mi casa ahora, a los 19 años, porque ellos supieron guardarme bien la plata toda mi vida.

–¿Viven solos?
Lali: -Soy de Banfield, toda mi vida viajé dos horas de ida, dos de vuelta y ahora me mudé a Capital así que estoy chocha.
Gastón: –Yo vivo solo, sí.
Nicolás: –Yo estoy en vías. ¡Viviendo en las vías! (risas). Hablando en serio, estoy por poner un pie adentro de mi nuevo depto.
Rochi: –Yo, en plan de ahorro. Vivo con mi familia. Viví sola un año, pero este año con las giras prefiero estar en la casa de mis padres.
Nicolás: –Pero no somos multimillonarios, eh. Desmitifiquemos.

–¿Tuvieron miedo de que al no estar más en tele cambiara en algo su popularidad?
Nicolás: –El éxito es algo efímero. Si no está sustentado por algo que realmente te guste, sos infeliz. Lo que uno disfruta es el camino y no el objetivo final. Si en eso te va bien, está perfecto.
Rochi: Casi Ángeles ya había cumplido su ciclo. En mi caso particular, Cris me sigue representando. Ella sigue estando al lado nuestro. No se cortó el vínculo.
Nicolás: –Si hoy se cortara todo, nos podemos quedar los cinco muy tranquilos: siempre le pusimos garra e hicimos todo lo mejor.

Fuente:Tiempo.elargentino.com

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